martes, 27 de diciembre de 2016

Aquí arde todo
Arde las paredes que transpiran recuerdos
Arden las sabanas y las lenguas
Arde el piso y su humedad
Arde la rabia y la esperanza.
Esta siendo enero en toda la casa
que a estas alturas se ha convertido
en un colchón de dos plaza.
Arde el panfleto en tu mano
y con él, una declaración de guerra.
Hay una causa abierta
sobre estos cuerpos piromaníacos
que se perdieron el curso de primeros auxilios
una causa con un dictamen demasiado previsible
por esta condición inquebrantable
de reincidir

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